Usar la cocina como terapia nos ayuda a la resolución de conflictos, a mejorar las habilidades sociales, al control del temperamento, reduce el estrés, aumenta la autoestima y la autoconciencia. Sin duda, es una actividad que brinda libertad.

La cocina como terapia es un tipo de guía psicológica realmente nueva que se utiliza como elemento de estimulación cognitiva y desarrollo personal.

Es un nuevo modelo psicoterapéutico. A través de la cocina buscamos liberar emociones negativas y ganar experiencias positivas sensoriales que, la convierte en instrumento de comunicación entre el paciente y el profesional.

El descubrimiento de un nuevo plato es de más provecho para la humanidad que el descubrimiento de una estrella.

Jean Anthelme Brillat-Savarin

Es un hecho fascinante, entender que la cocina como terapia, trata de ser un proceso terapéutico que, de modo espontáneo y creativo pueda llevar a la realización personal y el bienestar físico, mental y emocional de manera natural.

Por otro lado, se presta especial atención a la actividad culinaria por encima de la pandemia, podemos llegar a olvidar por largos periodos de tiempo el hecho de acostumbrarnos a vivir limitados al encierro y al distanciamiento social, puede hacer mucho más llevadero el aislamiento.

En este proceso y desde una perspectiva terapéutica, la cocina brinda un potente estímulo como recurso de cambio sustancial que ayudará a afrontar situaciones difíciles y a  desarrollar determinadas habilidades personales, algo más allá de las palabras.

Si usamos la cocina como lenguaje y no como tarea trivial y obligatoria, donde se puede distraer la mente, conseguiremos la sensación de libertad; las personas que cocinan de hecho no lo ven o piensan que es terapia, de forma que puede ayudar de manera natural e inconsciente a alcanzar un estado de salud mental positivo.

Al encontrarse en una situación de “ocio” la sensación es espontánea y libre, la interacción con los otros, con los medios de trabajo y con los productos proporcionan una información llena de riqueza y matices que de otra forma no podemos apreciar.